Seguidores

martes, diciembre 31, 2013

FELIZ 2014




Queridos amigos:

Os acerco este vídeo que refleja lo que os deseo para el año que está a punto de nacer.

Feliz año 2014, repleto de sonrisas y caricias.

lunes, diciembre 30, 2013

Pecado





Llorar por el ángel al que arrancaste un ala.
Sólo una, pero suficiente para privarle del vuelo.
Y lo que es peor: para impedirle regresar al cielo,
su ámbito natural.

Temer la contemplación de su hermoso cuerpo reptando
alrededor de tu pecado.
No son sus frágiles pies aptos para sostenerle.

Desear restituir su miembro reseco
entregando a cambio tu tiempo

si ello fuese necesario.

Todo mi tiempo.







miércoles, diciembre 25, 2013

Severino compra una mascota




Severino se sentía solo.
(Severino siempre ha huido de las rutinas, especialmente de la compañía de una pareja estable. Renunció hace años a la posibilidad de mantener vínculos duraderos con otros humanos, por lo que limitó sus relaciones a contactos esporádicos y breves en los que obtener algo de sexo, risas, pan y otros elementos que le garantizasen una vida más o menos cómoda. Trabaja en casa. Sus amistades forman un grupo reducido con gustos noctámbulos, entre los que destaca el alcohol).
En el último polvo, tras el cual -como hace siempre- invitó a abandonar el lecho y la casa a la sorprendida amante, se quedó profundamente dormido y volvió a soñar que viajaba. Al despertar encontró una nota en el espejo del baño en la que pudo leer la palabra "gilipollas". Se rió a carcajadas al darse cuenta de que posiblemente estaba viendo en el espejo dos gilipollas.
Se vistió y fue a ver al Dr. Camino. Esta vez no le recetó pastillas: le recomendó una mascota. Severino buscó en internet, pero la elección no le resultó fácil. Nunca aceptaría una mascota cuyas caquitas no cupiesen en una cucharilla de café, con lo que descartó a la mayoría de mamíferos. Le dan dentera los roedores y esa manía de limarse continuamente los incisivos. Los insectos no tienen esqueleto. Finalmente se decidió por comprar un halcón. Consiguió un ejemplar perfectamente adiestrado que había trabajado en un aeropuerto enloqueciendo a las palomas y otras aves. Severino devoró libros de cetrería y preparó la terraza para su nuevo inquilino.

Severino está ilusionado. En el bar le dicen que le notan cambiado.
Al amanecer se acerca a la terraza donde el halcón le espera ufano, abriendo y cerrando el pico. Se embute la mano en el guante de cuero sobre el que salta el pájaro. Cuando llegan al parque que tienen detrás de su edificio, los vecinos que han madrugado para pasear a sus perros se apartan prudentemente a la vez que tiran fuertemente de las correas. Un chillido ensordecedor agita las copas de los árboles y cientos de palomas escapan despavoridas, chocando unas contra otras salpicando el césped de plumas. Severino alza la mano de la que salta el halcón en vuelo vertical hasta desaparecer en el inmenso cielo. Será un leve silbido lo que le avisará del regreso de la rapaz -siempre con una paloma entre las garras-. Las ordenanzas municipales prohíben este desatino, pero ningún vecino osará nunca denunciar a Severino Cifuentes.

Severino admira la impiedad del halcón. Lo considera un animal solitario y cruel. Esta noche observa con los prismáticos las ventanas que aún  permanecen encendidas y elucubra un plan mientras acerca un poco de pollo crudo a su amigo.


martes, diciembre 24, 2013

FELIZ NAVIDAD

Gloria -Vivaldi-





Gloria in excelsis Deo,
et in terra pax hominibus bonae voluntatis.
Laudamus te,
Benedicimus te,
Adoramus te,
Glorificamus te,
Gratias agimus tibi propter magnam gloriam tuam,
Domine Deus, Rex caelestis, Deus Pater omnipotens.
Domine fili unigenite, Jesu Christe,
Domine Deus, Agnus Dei, Filius patris,
Qui tollis peccata mundi, miserere nobis.
Qui tollis peccata mundi, suscipe deprecationem nostram.
Qui sedes ad dexteram Patris, miserere nobis.
Quoniam tu solus sanctus,
Tu solus Dominus,
Tu solus Altissimus, Jesu Christe,
Cum Sancto Spiritu in gloria Dei Patris. Amen




Gloria a Dios en el Cielo,
y en la Tierra paz a los hombres que ama el Señor.
Por tu inmensa gloria,
Te alabamos,
Te bendecimos,
Te adoramos,
Te glorificamos,
Te damos gracias,
Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre Todopoderoso.
Señor Hijo Único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre,
Tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros,
Tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestras súplicas,
Tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros,
porque solo Tú eres Santo,
solo Tú, Señor,
solo Tú, Altísimo Jesucristo,
con el Espíritu Santo en la Gloria de Dios Padre. Amén.


sábado, diciembre 21, 2013

Disolver las nieblas





El hombre necesita poseer todo lo creado. No puede ver un caballo salvaje suelto en un prado. Se inquieta al descubrir una nueva planta que aún no aparece en sus almanaques y se precipita a darle un nombre.
Una lejana noche pensó que las estrellas se agrupan formando toros, peces, leones o balanzas con la finalidad de servirnos de oráculo; y en ese momento -sin saberlo- se apropió del firmamento.
Más adelante, al conocer que su hermano podía matarle con la misma piedra con la que cazaba, inventó las leyes. Cuando comprobó que las leyes podían ser insuficientes para calmar la ira de pueblos enteros, inventó las religiones.
Asombrado por el misterio de sus sentimientos, decidió darles un nombre como antes había hecho con los caballos y con las plantas. Pero esta vez, una vez nombrados, no logró poseerlos -fue más fácil con el firmamento-. Entonces creó los mitos y los puso a volar. Pero entendió que las mentes pusilánimes sufrían ante sus castigos y amenazas y probó a darles una definición naciendo los filósofos.
Ahora cree tenerlo todo controlado, cuando en realidad tan solo dispone de un intrincado casillero con millones de cajones ordenados alfabéticamente. Mantiene el hombre a sus hijos abriendo y cerrando esos cajones toda su infancia y a esto lo denomina educación. Cree, en su ignorancia, que la victoria del filósofo sobre la religión, el mito y la astrología es la última etapa del viaje.
El que esto escribe, en un arrebato de impiedad o de absoluta piedad -no sé-, desearía explosionar el casillero, pero se conformaría con poder inyectar silicona en algunas cerraduras.
El que esto escribe, desearía, además, poseer un aliento mágico que disolviera las nieblas. Sobre todo las propias.

martes, diciembre 17, 2013

Figuraciones mías -Fernando Savater-



Fernando Savater
...
Es más, la descripción minuciosa y esforzadamente fiel de la realidad es insuficiente para comprender la realidad misma. Ocurre que lo auténticamente significativo nunca sucede fuera de nosotros, en el escenario fotográfico y pedestre, sino dentro, que es territorio fantasmagórico. Acudimos a lo fantástico no para huir de la realidad -objetivo tan digno como imposible-, sino para ponerla mejor a nuestro alcance o, como diría el lobo a Caperucita, "para entenderla mejor". No debemos olvidar que Borges catalogó la teología y digamos que por extensión también la filosofía misma como pertenecientes a la literatura fantástica. En la misma línea, Paul Valerie -un poeta racionalista donde los haya- escribió en su Pequeña carta sobre los mitos: "¿Qué sería de nosotros sin el auxilio de lo que no existe? Poca cosa, y nuestros espíritus desocupados languidecerían si las fábulas, los malentendidos, las abstracciones, las creencias y los monstruos, las hipótesis y los pretendidos problemas de la metafísica no poblasen de imágenes sin objeto nuestras profundidades y nuestras tinieblas naturales".
...


Son de lo que no hay, Figuraciones mías, Fernando Savater

sábado, diciembre 14, 2013

Severino Cifuentes se queda en casa



Severino Cifuentes ha decidido quedarse en casa este fin de semana, para poder realizar un ambicioso proyecto.

Sábado:

(9h15m) Le ha despertado un sueño -el último-. Los sábados el despertador guarda silencio y las lamas de la persiana duermen juntas.
(9h 22m) El desayuno, frugal. La ducha, rápida, tanto que algunas células epiteliales muertas permanecerán unidas a las vivas un día más. La excitación de Severino es enorme.
(9h 56m) Busca en los armarios, los cajones, baja al trastero, sube y vuelve a registrar cada rincón de la casa. Al final consigue reunir cincuenta y tres bolsas.
(10h 18m) Severino contempla frente a él, sobre el escritorio, las bolsas y el envase cilíndrico de la botella de cava que venía en la cesta de navidad. Enciende el ordenador y busca en YouTube algo de música. 
(10h 19m) Comienza el reto: Severino va a intentar rellenar el cilindro con el mayor número de bolsas posible. En el primer abordaje consigue introducir un máximo de diecinueve bolsas sin plegar, tan sólo apretujándolas sin ninguna estrategia y empujando con el puño.
Sonríe y apunta el número en la libreta. Las saca arrugadas.
(10h 22m) Cambia la música de YouTube.
(10h 24m) Repasa concienzudamente las anotaciones de la libreta en las que aparecen ocho consejos que ha ido discurriendo en las últimas semanas.
(10h 28m) Selecciona diez bolsas. La de la Fnac, que tiene un tamaño de 41cm de larga por 37cm de ancha, la convierte en un cubo de 5x5x1, tras dieciséis dobleces.
(10h 31m) La introduce en el fondo  del envase, operación que repite con las otras nueve bolsas de la primera selección hasta completar la base. Cada bolsa ha acabado reducida a un tamaño final distinto, dependiendo, en parte, de la habilidad y la motivación de Severino y, en parte, de la envergadura original de cada una.
(10h 40m) Segunda capa.
(10h 49m) Tercera capa.
(11h 57m) A Severino le tiemblan las manos por el esfuerzo. Está nervioso y suda. Apaga la calefacción y se tumba en el sofá.
(13h 43m) Se despierta y se calienta una pizza para comer.
(14h 32m) Se lava las manos y la cara. Retoma el trabajo.
(14h 37m) Cuarta capa
14h 43m) Quinta y última capa. Le duelen los pulgares, pero piensa que el reto está a punto de finalizar. Tan solo le faltan seis bolsas para completar las cincuenta y tres.
(16h 51m) Solo faltan cinco.
(19h 26m) Cuatro.
(23h 21m) Tres. Agotado y dolorido, Severino grita y llora como un niño.

Domingo:

(7h 12m) Severino salta de la cama y se abalanza sobre el escritorio.
(12h 47m) A Severino le sangran los dos pulgares y le falta la respiración.
(18h 22m) Faltan dos.
(20h 21m) Una. Todo está borroso y la sangre ocupa el espacio que queda entre las bolsas.
(22h 36m) La niebla absorbe para sí misma la luz de las farolas, lo que deja las calles de la ciudad a oscuras. Sin embargo, cualquier observador asomado a su ventana podrá ver a un loco corriendo en pijama, alzando un bote entre sus manos para ofrecérselo a la luna.



"Dejar las urnas vacías"


lunes, diciembre 09, 2013

Locura






Creer que pisas desnudo la playa abandonada
y ser observado por cientos de transeúntes en un bullicioso
centro comercial.

Notar que la mesa donde escribes está apoyada sobre cuatro tortugas 
que se desplazan por la habitación, como sonámbulas.

Escribir unos versos sobre la espalda despojada y fría de un cadáver
que te encontraste en los baños de un bar.

Frotarte los dientes con lo primero que tengas a mano.

Pedir ayuda al Cristo, arrodillado, sollozando,
pero sin mirarle a los ojos -siempre tristes como los tuyos-.

Preferir la niebla y la noche,
la soledad,
el libro de reclamaciones.

Subir a los nidos,
pasarte los polluelos de una mano a otra
con la boca repleta de plumas.

Reír ante el espanto.

Espantarte dentro de un abrazo.










Una temporada en el infierno - J.Arthur Rimbaud

J. Arthur Rimbaud (1854-1891)


Me gustaba el desierto, los vergeles calcinados, los tenderetes marchitos, las bebidas entibiadas. Me arrastraba por las callejuelas hediondas, y, con los ojos cerrados, me ofrecía al sol, dios de fuego.
"General, si queda un viejo cañón sobre tus murallas en ruinas, bombardéanos con bloques de tierra seca. ¡A los espejos de los almacenes espléndidos!, ¡en los salones! Hazle tragar su polvo a la ciudad. Oxida las gárgolas. Llena los tocadores de polvo de rubí ardiente..."
¡Oh, el moscardón emborrachado en el urinario de la posada, enamorado de la borraja, y que disuelve un rayo!


Alquimia del verbo, Delirios II, Una temporada en el infierno, J Arthur Rimbaud


jueves, diciembre 05, 2013

Las cuatro luciérnagas





Aunque dejó de llover hace ya algunas horas, el suelo permanece mojado e iluminado con los brillos de los semáforos y las farolas. Es de noche y los charcos parecen árboles de navidad. Llevo dos días sin hablar con nadie. Estoy sentado en un banco del parque observando el vuelo de cuatro luciérnagas que juegan en torno a una bombilla.
Ellas no lo saben; pero en realidad son cuatro crías de ciervo que chapotean dentro de una balsa.
Yo no lo sé; pero en realidad soy un lobo que espero un descuido para abalanzarme sobre la más débil y devorarla.



lunes, diciembre 02, 2013

Sorpresa en la galería





Nuestro amigo el topo lleva todo el día recorriendo las interminables galerías subterráneas, buscando sabrosos gusanos con los que alimentarse. Justo cuando se dispone a descansar para digerir la despistada lombriz que acaba de tragarse, se topa de frente con una topa. Le atrae el olor que emana su congénere. No la ve, pero nota un quemazón desconocido entre sus patitas traseras. Todo es agradable. La humedad y la temperatura de la galería es ideal. Su corazón bombea alegre y tiene el estómago lleno. Solo hay un problema; no puede continuar el camino que seguía al tener un obstáculo de su propia especie y esto le preocupa al no saber cómo reaccionar. Es la primera vez en su vida que le pasa. Además no tiene claro que desee avanzar. Mueve la naricilla en rápidos impulsos. ¡Ah, ese olor, ese olor! Teme que la agitación que sufre su estómago fruto de esta novedosa excitación le haga vomitar su presa. No sabe cómo, pero su hocico ya recorre el cuerpo de su compañera tras atravesarle el pelaje y le husmea, placentero, la piel. Ya no sueña nuestro topo en ver las estrellas ni en hacer la digestión. Tan solo huele el fruto de su dicha.