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sábado, noviembre 13, 2010

VENDERSE POR UN PLATO DE LENTEJAS


La expresión alude al episodio bíblico entre los dos hijos de
Isaac y Rebeca: Esaú, que era el primogénito, y Jacob, que
era el preferido de su madre. Eran gemelos, pero Jacob había
nacido en segundo lugar, agarrado al talón de su hermano.
Esaú fue diestro cazador y hombre agreste, mientras que
Jacob era hombre apacible y amante de la tienda. Así nos
lo cuenta el libro del Génesis del Antiguo Testamento:

"Un día que Jacob estaba guisando un potaje, volvía Esaú del
campo agotado. Esaú dijo a Jacob: Dame un plato de esa cosa roja,
que estoy agotado.(...)Jacob le contestó: Si me lo pagas hoy
con los derechos de primogénito. Esaú dijo: Estoy que me muero,
¿qué me importan a mí los derechos de primogénito?. Jacob
le dijo: Júramelo primero. Y él se lo juró, y vendió a Jacob los
derechos de primogénito. Entonces Jacob dio a Esaú pan y
potaje de lentejas; él comió y bebió, y se puso en camino.
Así malvendió Esaú sus derechos de primogénito. "(Gén.25,29-34)

De ahí viene que la expresión "venderse por un plato de lentejas"
se utilice todavía hoy en día como expresión de una cesión fácil
y sin grandes contrapartidas.


Del libro:
¿Qué queremos decir cuando decimos...? José Luis García Remiro


2 comentarios:

marikosan dijo...

Curiosamente cuando nacen gemelos el mayor es el que nace segundo, asi que Jacob no hizo más que recuperar lo que era suyo, como dice otra expresión, "al César lo que es del César". Qué interesante lección.

el grito en el cielo dijo...

Otra lección de este pasaje del Génesis es la victoria de la inteligencia sobre la fuerza. En cuanto a lo que dices de que el segundo en nacer es el primogénito, el otro día yo mantenía esa misma tésis ante un auditorio que defendía la contraria.