Siendo un niño, Marcos fue abandonado en Sierra Morena.
Durante doce años vivió entre lobos, lagartos, jabalíes, águilas
y una culebra. Era una más de las criaturas que poblaban
la sierra en armonía. En unos meses se estrenará la película
que cuenta su historia. Ahora os acerco un extracto de la
entrevista aparecida en el Semanal, en la que nos relata
su primer día entre los lobos.
"...jugando con los cachorrillos entré en la cueva. Cansado
como estaba me quedé dormido. Al rato me despertó la madre.
...ahí estaba con la loba a punto de morderme, sus cachorros
queriendo jugar conmigo, y en esto que llega el padre
arrastrando un ciervo. La madre, entonces, me deja y empieza
a cortar carne para sus hijos. Uno de ellos se pone a comer
cerca de mí y yo, ¡ con un hambre ! ¡ Yiapa !, se lo quito. Pero
claro, se acerca la loba (gruñe), me arrea un guantazo que
no veas, suelto la carne y me vuelvo a pegar a las rocas. No
me quitaba ojo. Los cachorrillos cerca y yo :"despídete chaval".
De pronto se va para la pieza, coge un trozo, lo deja en el
suelo y me lo va acercando con el hocico. Muy despacito, lo
cogí, y ahí, arrinconadito empecé a comer.Pegué un bocado
y ella, mirándome, otro bocado y su mirada fija. Poco a poco
voy comiendo y, al rato que viene hacia mí. ¡ oy, oy oy,! (se tapa
la cara con los brazos). Me eché a llorar y, ¡no! empezó a lamerle.
A partir de ahí ya fui como uno más de la familia... "
Durante doce años vivió entre lobos, lagartos, jabalíes, águilas
y una culebra. Era una más de las criaturas que poblaban
la sierra en armonía. En unos meses se estrenará la película
que cuenta su historia. Ahora os acerco un extracto de la
entrevista aparecida en el Semanal, en la que nos relata
su primer día entre los lobos.
"...jugando con los cachorrillos entré en la cueva. Cansado
como estaba me quedé dormido. Al rato me despertó la madre.
...ahí estaba con la loba a punto de morderme, sus cachorros
queriendo jugar conmigo, y en esto que llega el padre
arrastrando un ciervo. La madre, entonces, me deja y empieza
a cortar carne para sus hijos. Uno de ellos se pone a comer
cerca de mí y yo, ¡ con un hambre ! ¡ Yiapa !, se lo quito. Pero
claro, se acerca la loba (gruñe), me arrea un guantazo que
no veas, suelto la carne y me vuelvo a pegar a las rocas. No
me quitaba ojo. Los cachorrillos cerca y yo :"despídete chaval".
De pronto se va para la pieza, coge un trozo, lo deja en el
suelo y me lo va acercando con el hocico. Muy despacito, lo
cogí, y ahí, arrinconadito empecé a comer.Pegué un bocado
y ella, mirándome, otro bocado y su mirada fija. Poco a poco
voy comiendo y, al rato que viene hacia mí. ¡ oy, oy oy,! (se tapa
la cara con los brazos). Me eché a llorar y, ¡no! empezó a lamerle.
A partir de ahí ya fui como uno más de la familia... "
1 comentario:
Los animales son mucho más agradecidos que muchos humanos. Carecen de maldad, y eso los hace protagonistas de grandes historias, como esta.
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