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sábado, febrero 28, 2015

El Ebro se envalentona


El concurso de tangos






Leo se presenta puntual a la cita con Laura María. El concurso de tangos del barrio ha llegado a su fase final. Laura está preciosa.  El vestido rojo realza su esbelta figura de mujer reciente. Leo se le aproxima por detrás y le besa cuello. Al volverse se extraña al ver que un gorro oscuro le cubre la cabeza. Pero no le dice nada. Leo la toma por la cintura y empiezan a girar ante la mirada del público. Laura se enamoró de Leo el primer día que lo vio en la escuela de tango. De eso ya hace un año. Los dos están convencidos de que van a vivir juntos el resto de sus vidas. El largo cabello de Laura golpeando sus hombros contrasta con el gorro que esconde el de Leo. El público sigue con entusiasmo los pasos de la pareja. En el momento en el que llegan al ecuador de la pieza, Laura hace un ademán de parar, ante el que Leo aprieta sus manos con firmeza. El hilo de sangre que escapa del gorro de Leo no impide que el baile prosiga unos segundos más, en los que Laura inmoviliza los ojos,  y se olvida de respirar. Leo afloja las manos, oscurece la mirada, palidece y cae. Laura le retira el gorro empapado en sangre ante el estupor de los presentes que se atropellan en el socorro al infortunado. Los orificios de entrada y salida facilitarán al forense la determinación de la trayectoria de la bala.

Veinte días de abandono





Llevar veinte días durmiendo no tiene por qué ser necesariamente malo, siempre y cuando transcurran entre sueños y en una postura adecuada que facilite un despertar  cargado de energía y nuevas ideas.

sábado, febrero 07, 2015

Cuidado con el asesinato...












"Si uno empieza por permitirse un asesinato, pronto no le da importancia al robar, del robo pasa a la bebida y a la inobservancia del Día del Señor, y se acaba por faltar a la buena educación y por dejar las cosas para el día siguiente. Una vez que empieza uno a deslizarse cuesta abajo ya no sabe dónde podrá detenerse. La ruina de muchos comenzó con un pequeño asesinato al que no dieron importancia en su momento."

Thomas de Quincey

miércoles, febrero 04, 2015

¿Vírgenes o uvas blancas?




A partir del siglo XIX algunos historiadores y filólogos se atreven a estudiar el Corán desde un punto de vista objetivo y crítico.

Recientemente encontramos a un estudioso del Corán cuyo seudónimo es Christoph Luxenberg y que ha publicado el libro Lectura sirio-aramea del Corán: en el que mantiene la tesis de que en la época en la que vivió Mahoma no existía el árabe escrito, sino que la lengua culta que se hablaba en la Meca era el arameo, y que era ésta en la que se redactaban los documentos entre los miembros de la tribu de Mahoma, los Qurayshíes.
Luxenberg sostiene que la lengua del Corán es una mezcla de árabe beduino y sirio-arameo.

Una de las hipótesis más polémicas es la que explica que a los mártires islámicos no les esperarán vírgenes tras su inmolación, sino uvas blancas. La palabra hur que aparece en el Corán se interpreta para motivar a los jóvenes calenturientos como hurí; que en árabe significa mujer joven, virgen y hermosa.  Pero según Luxenberg la palabra hur es un vocablo claramente arameo que significa uva blanca.