En un escanario apocalíptico, caminando sobre
cenizas, sin comida y sorteando a otros supervivientes,
deambulan un padre y su hijo.
Si sólo nos quedáramos con esta descripción, perderíamos
el fondo de esta novela, que fundamentalmente nos
habla de amor. Amor fraterno e inocente de un niño
que abre los ojos en un mundo límite acompañado
por un padre protector.
Si todo lo anterior se nos muestra con una brillante narrativa,
creo que debo recomendaros la lectura de esta sugerente
novela del controvertido Cormac McCarthy: La Carretera.
Os trigo un diálogo de la novela:
"Debería haber tenido más cuidado, dijo.
El chico guardó silencio.
Tienes que hablarme.
Vale.
Querías saber qué pinta tenían los malos. Pues ya lo sabes.
Podría ocurrir otra vez. Mi deber es cuidar de ti. Dios
me asignó esa tarea. Mataré a cualquiera que te ponga
la mano ncima. ¿Lo entiendes?
Sí.
Se quedó allí sentado con la manta por capucha. Al cabo
de un rato levantó la vista.¿Todavía somos los buenos?, dijo.
Sí. Todavía somos los buenos
Y lo seremos siempre.
Sí. Siempre.
Vale."
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