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jueves, enero 27, 2011

CIRCO RALUY




El domingo decidí acudir con mis dos vástagos y mi esposa al circo.
Se trata del circo Raluy, que tiene como una de sus características
más atrayentes el mantenimiento de la estética de los años treinta del
siglo pasado. Visitar las caravanas, tanto en su exterior como en el

mobiliario, supone un excitante viaje en el tiempo. Su fundador,
Luis Raluy, debió ser una persona especial que recorrió medio mundo
como hombre bala, y con un triple salto mortal a los mandos de un
pequeño turismo. Me une a esta familia una débil relación de parentesco
(Raluy). Débil por su lejanía; pero fuerte por mi amor al espectáculo
circense. Pues bien, volvamos al domingo.
Una vez dentro de la carpa, sentado, y con los ojos como platos; se

atenuó la luz y comenzó el espectáculo. Estupendos malabaristas,
equilibristas y por fin...los payasos. Me encantan los payasos. Hay
personas a las que les dan pena, a otras les dan miedo, pero a mí me
encantan y me producen una enorme ternura. Lo que desconocía es que
esa tarde yo me iba a convertir en uno de ellos. Sí. Así fue. Uno de los
cómicos decidió seleccionar a un padre del público y optó por el de los
ojos como platos. Yo. Bueno al final fuimos tres padres, una madre
y una niña. Nos colocó en semicírculo frente a él, y nos repartió diversos
enseres para producir sonidos, y formar así una absurda orquesta. Paso
a enumeraros los que me fue colocando a mí. Un gorro con doce
cascabeles, una bocina en la mano derecha, una trompeta en su
homónima izquierda, unos platillos en las rodillas y al final una campana
en...(sí ahí). Las carcajadas del "respetable" eran ensordecedoras.Casi
tanto como el ruido que formábamos los cinco pringados que hacíamos
sonar nuestros instrumentos a las órdenes del cómico director de orquesta.
Lo sorprendente es que cuando terminó nuestra actuación me quedé con
ganas de seguir sobre la pista sacando más risas del público. Quizás haya
encontrado una vocación desconocida.

4 comentarios:

marikosan dijo...

Piensa en ello, a tus hijos les encantaría, seguro!!!

Pepe Deapié dijo...

El año pasado mi mujer llevó al mayor y yo me quedé con el pequeño. Pusieron la carpa en Cesáreo Alierta con Camino las Torres.

neko dijo...

Ya no ponen el circo en miraflores, verdad? que pena, con lo que a mi me gustaba verlo cada día al volver del trabajo.

No soy muy de circos, en realidad nunca he ido a uno, pero este por fuera es muy bonito.

Oye, que nunca es tarde para perseguir una vocación tardía! ve practicando con tus hijos a ver qué tal! :D

el grito en el cielo dijo...

Sí, con mis hijos practico la broma y la risa desde siempre y están creciendo con ellas. Y lo recomiendo a todos los padres. Lo que no sé es si ellos se dejarían colocar una gorra con doce cascabeles. JaJa.