Agradecido por compartir la belleza en estado puro. Es curioso ver como, sin entender de danza, se reconoce la perfección, la emoción, la verdad de una artista sublime que hace que el baile sea escultura en movimiento.
En cuanto a tu comentario en mi blog, muchas gracias. El soneto completo, que se titula "El credo del capitán" en el que Francisco Rico hace referencia y dedica al personaje de Arturo Pérez Reverte del Capitán Alatriste, es el que sigue:
No picaré en el cebo de la vida, turbio nombre que Dios puso a la muerte; la farsa de la historia, de la suerte, me pilla con la máscara vestida,
y la naturaleza, esa homicida, de tanto aporrearme, se ha hecho inerte. Naturaleza, historia y Dios, Reverte, no harán que me desangre por su herida.
En nadie creo ya, en nadie espero, y no me amo yo más que a otro del hato. Guardo la compostura, veo y río.
O si acaso desprecio... Nada quiero. Sólo matar el tiempo en quienes mato, batiendo el ala triste del hastío.
-Esto habló un capitán, hombre de chapa, tiró la copa y se terció la capa.
A veces llego a la conclusión de que lo más inteligente que podemos hacer en la vida es ir en busca de la belleza. No me canso de ver este vídeo. Me alegro de que os haya gustado.
4 comentarios:
Agradecido por compartir la belleza en estado puro. Es curioso ver como, sin entender de danza, se reconoce la perfección, la emoción, la verdad de una artista sublime que hace que el baile sea escultura en movimiento.
En cuanto a tu comentario en mi blog, muchas gracias. El soneto completo, que se titula "El credo del capitán" en el que Francisco Rico hace referencia y dedica al personaje de Arturo Pérez Reverte del Capitán Alatriste, es el que sigue:
No picaré en el cebo de la vida,
turbio nombre que Dios puso a la muerte;
la farsa de la historia, de la suerte,
me pilla con la máscara vestida,
y la naturaleza, esa homicida,
de tanto aporrearme, se ha hecho inerte.
Naturaleza, historia y Dios, Reverte,
no harán que me desangre por su herida.
En nadie creo ya, en nadie espero,
y no me amo yo más que a otro del hato.
Guardo la compostura, veo y río.
O si acaso desprecio... Nada quiero.
Sólo matar el tiempo en quienes mato,
batiendo el ala triste del hastío.
-Esto habló un capitán, hombre de chapa,
tiró la copa y se terció la capa.
Es buenísimo. No suelo tener tiempo para estas cosas. Es, como dice Pitt, belleza y gracilidad en estado puro.
A veces llego a la conclusión de que lo más inteligente que podemos hacer en la vida es ir en busca de la belleza. No me canso de ver este vídeo. Me alegro de que os haya gustado.
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