Una puerta siempre abierta.
Un apretón de manos secas y decididas.
Un corazón sin telas ni cortinas.
Un continente dentro de una península.
Montañas y torrentes helados.
Desiertos, polvo, tomillo y espliego.
Cierzo, Belchite, Ebro y San Juan de la Peña.
Semana Santa, tambores y Jotas.
Fueros y lagartos que devoran deshonores.
Goya, Buñuel, Gracián y el Conde de Aranda.
Mi vecino y su familia y la familia de ésta.
Los que han sido, son y serán.
Todo el que quiera venir.
Un Dios que nos presta a su madre sobre una
columna a la que llamamos pilar; y punto.
Rezo y misa, constumbre y rito.
Lienzo, pluma y celuloide.
ARAGÓN
(el grito en el cielo)
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