Antonio Mercero dirige el que, posiblemente,
es el mejor cortometraje del cine español.
Un hombrecillo gris, interpretado por un genial
Jose Luis López Vázquez, entra a una cabina de
teléfono y se queda encerrado.
Una película de terror psicológico, que todos
debemos ver al menos una vez en la vida.
No apta para claustrofóbicos.
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