Seguidores

lunes, octubre 24, 2011

EPITAFIO DE TOMÁS MORO (1478-1535)





Sabemos que el humanista Tomás Moro murió ajusticiado por orden de Enrique VIII, al no
ceder a sus pretensiones del divorcio con Catalina de Aragón, ni aceptarle como cabeza de la
iglesia anglicana. Los siglos le harán santo de las dos iglesias, en cuya disputa perdió la cabeza.

Pero tragedias aparte, os acerco el epitafio que escribió para su tumba de la Old Church of Chelsie, para su descanso y el de los cadáveres de sus dos esposas; en el que nos muestra
su ironía:


“Aquí yace Joanna, la querida esposa de Tomás Moro, que quiere que sea también la tumba de Alice y la mía. Una de ellas, unida conmigo en nuestros años de vigorosa juventud, me dio un niño y tres niñas que me llaman padre. La otra ha sido mujer tan dedicada como si los hijos fueran suyos, una cualidad muy rara en una madrastra. Una vivió su vida conmigo, y la otra vive todavía conmigo de tal guisa que no puedo decidir cual de las dos me es más amada. ¡Qué felices hubiéramos vivido los tres si el destino y la religión lo hubieran permitido! Pero la tumba nos unirá y rezo para que el cielo también nos una. La muerte nos dará lo que la vida no pudo.”

1 comentario:

Pepe Deapié dijo...

Buen siervo que tuvo mal señor.

Me ha gustado el epitafio.