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domingo, febrero 28, 2010

OFELIA-HAMLET-SHAKESPEARE


La desdichada Ofelia acaba de enterarse de que su amado
Hamlet ha matado a su padre por error.
Desesperada, y con el corazón roto, deambula por el
bosque, junto a un lago, recogiendo flores.
Un velo de confusión cubre la causa de su muerte, ya
que caben dos interpretaciones: el accidente y el suicidio.
Shakespeare pinta a Ofelia con la paleta salpicada de los
siguientes colores: Inocencia, delicadeza y candor, y los
distribuye con el pincel del primer amor.

Os traigo un vídeo de la escena de su muerte, en el que se
retratan los últimos instantes de su vida y el extracto del
Hamlet en el que se relata su muerte.



HAMLET (W. SHAKESPEARE)
ACTO IV
ESCENA VII


Entra la Reina
Leartes.-¿Qué sucede, amada reina?
Reina.-Una desgracia va siempre pisando los talones de otra;
tan cerca se suceden. Tu hermana se ha ahogado, Leartes.
Leartes.-¡Ahogada! ¡Oh! ¿Dónde?
Reina.-Inclinado a orillas de un arroyo, elévase un sauce,
que refleja su plateado follaje en las ondas cristalinas. Allí
se dirigía, adornada con caprichosas guirnaldas de ranúnculos,
ortigas, velloritas y esas largas flores purpúreas, a las cuales
nuestros licenciosos pastores dan un nombre grosero, pero
que nuestras castas doncellas llaman dedos de difunto. Allí
trepaba por el pendiente ramaje para colgar su corona
silvestre, cuando una pérfida rama se desgajó, y, junto a
sus agrestes trofeos, vino a caer en el gimiente arroyo. A su
arlededor se extendieron sus ropas, y, como una náyade,
la sostuvieron a flote durante un breve rato. Mientras,
cantaba estrofas de antiguas tonadas, como inconsciente
de su propia desgracia, o como una criatura dotada por
la naturaleza para vivir en el propio elemento. Mas no
podía esto prolongarse mucho y los vestidos cargados
con el peso de su bebida, arrastraron pronto a la infeliz
a una muerte cenagosa, en medio de sus dulces cantos.









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