EL INCREÍBLE HOMBRE MENGUANTE

El increíble hombre menguante fue dirigida por Jack Arnold
en el año 1957. Es una película de ciencia ficción en la que un
hombre normal, al verse rodeado por una extraña niebla,
comienza a sufrir una disminución de peso y estatura que,
día a día, le reduce a un tamaño insignificante. Su relación
con el entorno se volverá hostil, teniendo que utilizar su
ingenio para zafarse del acoso de un gato y de una araña.
Siempre he pensado que mi pánico por las arañas puede
tener su origen en la visión de la escena final de la película,
que ahora os traigo, en mi infancia.
Debajo del vídeo; os transcribo las últimas frases pronunciadas
por el protagonista, en un hermoso alegato por la vida.



"Sentí como si pudiera abrazar el cielo, el universo,
infinitos mundos. El maravilloso tapiz tejido por
Dios se extendía sobre mí en la noche. Y en ese momento
conocí la respuesta al enigma del infinito. Hasta
entonces había pensado, dentro de la limitada visión
humana, que la existencia tiene un principio y un fin.
Pero ese es un concepto humano no divino. Sentí
que mi cuerpo disminuía, se disolvía, se convertía en
la nada. Desapareció el miedo y se convirtió en aceptación.
Toda la majestuosa grandeza de la creación debía
tener un significado. Sí, yo, el más pequeño entre los
pequeños también tenía un significado. Para Dios
el cero no existe. Yo sigo existiendo."

FIN