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lunes, julio 24, 2006
QUERIDA BARONESA THYSEEN
Estimada baronesa Thyssen:
El otro día ejerciendo mi derecho constitucional
al “zapeo” y tras ver varios ejemplos de telebasura,
reparé en una noticia que me ha tenido estos días
muy pensativo y que es la causa de esta carta que espero
que lea con atención y sea de su agrado.
En ese programa al que me he referido indicaban
que tenía la intención de adoptar dos hijas y que con
ese objetivo había comenzado las gestiones oportunas
para hacerlo en los EEUU.
El motivo de mi misiva es pues ahorrarle todas
esas gestiones engorrosas y ofrecerme como su siempre
leal y agradecido hijo adoptivo.
Ya sé que así de golpe puede parecer un poco
alocada esta proposición que le he lanzado, pero
le pido compresión y paciencia para que tras ese primer
impacto no cese en la lectura de mi sincera carta,
pasando a darle unos datos sobre mi persona que
pueden animarle a tomar la decisión correcta.
Me llamo Miguel, aunque estaría dispuesto a
que usted me renombrara a su antojo, ya que como
madre estaría en su pleno derecho. Tengo ya treinta
y ocho años, estoy casado y tengo dos hijos a los
que ya hemos instruido sobre mi nueva filiación
y cada vez que le ven en la televisión se
refieren a usted como yaya, abueli, etc.
En cuanto al delicado asunto de mis padres, de
los que debo avisarle que aún viven, le indico
que ya están informados sobre mi decisión y no
sólo están de acuerdo sino que me atrevería a decir
que les he notado felices.
Mis aficiones son muy sencillas, lectura, paseos
por el campo, (adoro los árboles del tipo que sean),
el cine, etc. También me gusta coleccionar libros
teniendo ya una humilde biblioteca compuesta por
ochocientos volúmenes que pasaría a compartir con usted.
Soy una persona instruida, limpia, razonable,
y sobre todo de trato muy agradable y con una simpatía
y un saber estar que facilitarán mi introducción
en los ambientes selectos en que usted hace
tantos años se mueve, pese a su juventud.
Por mi relación con mi nuevo hermanito Borja,
no tenga cuidado ya que ese grandullón será
uno de los beneficiados de mi entrada en su
entrañable familia.
Sin más que comentarle le dejo unos días
para que reflexione sobre mi proposición.
Besos,
Tu hijo.
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5 comentarios:
VAYA
Perdona el atrevimiento. ¿Qué
contestó Pitita? Ya no leo la revista
¡Hola!
Un cordial saludo.
no me contestó...no sé en que me equivoqué
no me contestó. ella se lo pierde
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