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sábado, agosto 19, 2006

ASESINATO DE FEDERICO GARCIA LORCA


Hoy hace 70 años que al consultar al
general Queipo de Llano qué es lo
que había que hacer con Federico García
Lorca, contestó que le “dieran café, mucho
café”. Con éste eufemismo se cometió uno
de los crímenes más estúpidos y crueles,
si es que alguna vez han ido disociados
estos dos epítetos, de la historia de
España. Llevaron a Lorca a un campo y le
asesinaron como se asesinaba por esos
días a miles de personas, unas veces por
política, otras por viejas rencillas
personales, en fin, siempre por vivir en
un país de “cainitas”.

Pero en este caso a la muerte de la persona
se une el desastre de haber perdido para
siempre una obra que ya no se escribirá
y de la que no podremos disfrutar nadie, ya
no sólo en España sino en el resto del mundo
y para el resto de los tiempos.

Como homenaje al artista creo que lo mejor
que podemos hacer los vivos, aparte de despreciar
a sus asesinos, es leer su obra, que desde
mi humilde “atril” os recomiendo encarecidamente.

Permitidme que a continuación os transcriba una
estrofa del ROMANCERO GITANO.

“La luna vino a la fragua
con su polisón de nardos.
El niño la mira mira.
El niño la está mirando.
En el aire conmovido
mueve la luna sus brazos
y enseña lúbrica y pura,
sus senos de duro estaño.
Huye, luna, luna.
Si vinieran los gitanos,
harían con tu corazón
collares y anillos blancos.
Niño, déjame que baile.
Cuando vengan los gitanos,
te encontrarán sobre el yunque
con los ojillos cerrados
Huye luna, luna, luna,
que ya siento sus caballos.
Niño, déjame, no pises
mi blancor almidonado.”


"CAFÉ, MUCHO CAFÉ"...

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