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lunes, octubre 17, 2005

La cita

Sin dudarlo más metió la mano en el bolsillo
del pantalón y sacó el papel que salió arrugado
ante lo que puso una expresión de desagrado.
La calle permanecía mojada y los chasquidos de
las suelas producían una sensación de frío que
impregnaba los huesos.
Apretado contra el portal que le daba cobijo,
escrutó el papel y volvió a leer, una vez más,
la dirección que aparecía en él.

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