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sábado, julio 16, 2022

El despertar de Martín

 


Todas las mañanas, al despertar, Martín recordaba los años en los que siempre amanecía bajo aquella losa gris, pesada y fría.

La época en la que empezó a notar el vacío abismal insuflado dentro de su caja torácica con la maestría de un soplador de vidrio.

No recordaba el proceso de secado y extracción de sus entrañas, pero estaba seguro de que se produjo en alguna de aquellas noches brumosas tras una tarde de solitaria lectura.

Creyó durante demasiado tiempo que no necesitaba compañía, que prefería la suave brisa sobre su piel a la caricia. Tardó en entender que lo que evitaba era aquella compañía.

2 comentarios:

Enrique TF dijo...

Sabia descripción de tal "suceso".
Un abrazo, Mimarzgz

JUAN dijo...

Algún misántropo se comportaría como tú bien describes. Los vacíos de entrañas para adentro son los más literarios y vivenciales.
¡Pax Et Bonum!🪔