Seguidores

sábado, agosto 27, 2016

Pensar el pensamiento





Nuestro mundo interior de sueños y visiones está antes que el exterior, el de los estímulos sensoriales. Esto es algo que los poetas han sabido siempre.
Esto constituye la negación más radical de la idea de la mente como una tabula rasa que durante los tres últimos siglos ha denominado la psicología "científica". Según esta visión de nuestro mundo mental, todos somos, como dijo John Locke, "pizarras en blanco" hasta que los estímulos del exterior escriben en ellas. La conclusión a la que llegaron Llinás y Paré en su investigación neurológica, y a la que décadas antes había llegado Moskvitin mediante la introspección y la observación, es que esa imagen es falsa. No somos un CD vacío a la espera de que la experiencia nos grabe. Filósofos como Platón, novelistas como Hesse, psicólogos como Jung y la tradición hermética y oculista occidental han sostenido exactamente lo contrario. En un sentido muy auténtico, somos microcosmos con todo un mundo dentro de nuestra psique que en muchos aspectos es mucho más rico que el "mundo real" según el cual se nos ha enseñado a medir nuestras posibilidades. Según el concepto científico de la mente, sueños, visiones, experiencias hipnagógicas y demás son desperdicios mentales destinados al cubo de la basura psíquico. Lo que cuenta es el mundo exterior y percibido en estado de vigilia, y nuestro interior, cuando está permitido considerarlo, no es más que una suerte de reflejo de lo que ocurre "ahí afuera". Tan estricta visión racionalista-mecanicista de la mente humana, que nos considera poco más que autómatas empujados por fuerzas externas, y que ha influido profundamente no solo en la psicología, sino en la política occidental de los tres últimos siglos, es sencillamente errónea. Como concluye Colin Wilson, uno de los pocos pensadores influyentes que han descubierto el libro de Moskvitin, "el mundo exterior se nos revela a nuestros ojos solamente en una versión limitada del más amplio mundo exterior.".
Moskvitin sabía que, si seguimos esta idea hasta su conclusión lógica, las consecuencias son muy hondas.


Pensar le pensamiento: Yuri Moskovitin y la antroposfera,  La historia secreta de la consciencia, Gary Lachman

No hay comentarios: