...los santals cuentan del hombre que se durmió y soñó
tanta sed que su alma en forma de lagarto dejó el cuerpo
y se metió en una vasija para beber; pero el dueño de la
vasija la tapó, y el hombre, impedido de recuperar su alma,
murió.
Se preparaban para el entierro cuando alguien destapó
la vasija y el lagarto escapó, se reintegró al cadáver, y el
muerto resucitó. Dijo que había caído en un pozo en busca
de agua y que había tenido dificultades para volver; así lo
entendieron todos.
James George Frazer (La rama dorada 1890)
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