TORMENTA
Arrojado a los negros oceanos
me relamen las olas
amasadas en imposibles alturas
mientras salivan sus fauces amenazantes.
La noche cubierta de ubres
ordeña sus leches agrias
que iluminan la cúpula
en un crujir de tablas. Me rodean las túnicasempujadas en histérica huidaribeteadas de espumasmisericordiosas.En el fondo del abismola balsa a la derivay sobre sus firmezasmi cuerpo y sus quejidos.En una súplica emitidapor un grito adormecidomurmuro clemenciay reclamo sol y arena...
No hay comentarios:
Publicar un comentario