PÁRRAFOS DE UNA CARTA ESCRITA UN
VEINTITRÉS DE SEPTIEMBRE
Desde el insomnio esribo, desde una fosa negra como el asedio:
mi tinta es piedra, polvo las yemas de mis dedos.
Tú, amor, destino que me rodeas hasta aniquilarme,
apagar mi brillo, extinguir el día.
Mis pasos retroceden, un muro es mi retorno.
Palidez o escoria es cuanto reflejan mis pupilas.
Mi corazón es de piedra en tu alcoba oscura,
tu alcoba con una sola ventana y su cortina triste.
Mi corazón quiere huir de esa prisión, emprender el vuelo.
Mis huesos se prenden en tu pelo revuelto,
en tus senos de azucena, en la cintura de oro,
a la camisa abierta, a tus curvas, a tus dientes.
Resumo cuanto puedo: La verdad es el atajo.
Pero quiero que sea nuestro amor embate de olas, fuego.
Mañana volveré del cautiverio,
de la cárcel de esta pasión adolescente
con la sangre ardorosa, sedienta, colmada de futuro.
No tropieza la vida en mis pasos, ni vacila:
hemos de cambiar este planeta, no hay otra salida.
.
ADONIS (primeros poemas, 1957)
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