Ayer por la mañana, al sintonizar la cadena Cope volví
a escuchar la cantinela de siempre de mi paisano Federico
Jimenez Losantos:
Que si los atentados del 11-M se organizaron o se consintieron
por las fuerzas del orden afines al PSOE para derrocar al PP del
gobierno de España, que si los tres máximos condenados
simplemente pasaban por ahí; que si patatín que si patatán.
El mismo discurso de siempre, el mismo empecinamiento,
la martingala de los últimos cuatro años.
Pero ayer, a diferencia de otras ocasiones, mi mente unió, en
un coctail agitado con perspicacia, dos ideas. El empeciamiento
del discurso de mi paisano con su declarada afición a la novela negra.
Eureka. A Federico le sucede lo mismo que al genial Don Quijte que
de tanto leer novela caballeresca se le ablandó el cerebro llegando
a ver gigantes donde sólo había molinos.
La diferencia es que en este caso nuestro "Quijote contemporáneo",
en lugar de acompañarse de un fiel Sancho Panza, lo hace de un
escritor de novela caballeresca cuyo único interés es que se vendan
sus escritos a toda costa, vease P.J.Ramírez, que se dedica a alimentar
la imaginación de nuestro personaje.
¡ Qué no son molinos, Federico, que son gigantes !
Por lo demás quiero dejar constancia de mi aprecio por Federico
Jimenez Losantos con el que comparto muchas de sus opiniones
y del que aprecio sus valores y su honestidad. Que conste.
a escuchar la cantinela de siempre de mi paisano Federico
Jimenez Losantos:
Que si los atentados del 11-M se organizaron o se consintieron
por las fuerzas del orden afines al PSOE para derrocar al PP del
gobierno de España, que si los tres máximos condenados
simplemente pasaban por ahí; que si patatín que si patatán.
El mismo discurso de siempre, el mismo empecinamiento,
la martingala de los últimos cuatro años.
Pero ayer, a diferencia de otras ocasiones, mi mente unió, en
un coctail agitado con perspicacia, dos ideas. El empeciamiento
del discurso de mi paisano con su declarada afición a la novela negra.
Eureka. A Federico le sucede lo mismo que al genial Don Quijte que
de tanto leer novela caballeresca se le ablandó el cerebro llegando
a ver gigantes donde sólo había molinos.
La diferencia es que en este caso nuestro "Quijote contemporáneo",
en lugar de acompañarse de un fiel Sancho Panza, lo hace de un
escritor de novela caballeresca cuyo único interés es que se vendan
sus escritos a toda costa, vease P.J.Ramírez, que se dedica a alimentar
la imaginación de nuestro personaje.
¡ Qué no son molinos, Federico, que son gigantes !
Por lo demás quiero dejar constancia de mi aprecio por Federico
Jimenez Losantos con el que comparto muchas de sus opiniones
y del que aprecio sus valores y su honestidad. Que conste.
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