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martes, abril 10, 2012

EL INFIERNO

Gustavo  comprendió que el infierno no es una realidad post-mortem, ni tiene una ubicación
sub-terránea. Lo notó recorriendo su cerebro, colgándose de sus neuronas y mordisqueándole justo detrás del esternón. Entendió que algunos le llaman remordimiento.

1 comentario:

Anónimo dijo...

++++++++++++, genial