Como una pluma en medio de la tempestad
rodeada de salitre y oscuridad,
empujada por ráfagas de viento,
mecida por bolsas de aire;
tan pronto lanzada al vacío,
como elevada en volandas
esquivando olas surgidas como brazos poderosos
afanosos de poseerla.
Como una nube solitaria
a la que no consuela adoptar formas
que alimenten la imaginación de
posibles espectadores.
Como el ojo vacío de un tuerto.
Como el alma atrapada en una manzana.
Como el sexo que despierta en un quirófano.
Como la bala que espera dormida en la recámara
de un fusil.
1 comentario:
Como el sexo que despierta en un quirófano! Te comprendo. Así me afecta la anestesia a mí también.
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