Con la mano derecha me he agarrado la izquierda
para no escribir estas líneas (soy zurdo), pero
no he podido aguantarme.
El pasado fin de semana, un "ilustre político" cuyo
coeficiente intelectual no le llega ni para perfilarse
el mostacho, se colocó una corona de espinas en un
viaje oficial a Israel. La oposición política española
convirtió este acto de estulticia en un "casus Belli",
para torpedear al gobierno español de Zapatero.
La oposición española, entre la que incluyo varios
medios de comunicación, hace su trabajo, los unos
obedeciendo a los que les votaron y los otros a los
que les pagan.
Pero lo que ya me está superando, y por lo que
escribo estas líneas, es la posición de la iglesia
católica.
NO ENTIENDO ESTA DOBLE MORAL QUE
CONDENA A LOS INFIERNOS AL ESTÚPIDO
QUE SE COLOCA UN SIMBOLO CRISTIANO
MOFÁNDOSE DE ÉL, Y PROTEGE Y ENCUBRE
A TANTOS Y TANTOS SACERDOTES QUE VIOLAN
A CENTENARES DE NIÑOS A LO LARGO DE
LA TIERRA.
Si Jesucristo levantara la cabeza a qué creen
ustedes que le daría importancia, al resbalón
mental de unos políticos,o a la postura sostenida de
la jerarquía de la iglesia católica frente a los abusos a
menores.
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