CONCLAVE CON CLAVE.

ELECCION DEL PRÓXIMO PAPA.

Las paradojas del siglo recién comenzado no dejan
de sorprenderme.
A la muerte de Juan Pablo II, cuatro millones
de personas, en su mayoría europeos, peregrinan
para ver su cadáver expuesto al público una
semana. Esto ocurre en la peor crisis de la iglesia
católica de los últimos tiempos, en la que se
están cerrando los seminarios, y las iglesias
reciben cada año menos fieles y cada vez de más
edad.
El cónclave de cardenales tiene entre sus
sucesores con más posibilidades al cardenal
alemán Ratzinger, que destaca dentro de
la curia por su "fundamentalismo", incluso
ha sido definido como un "inquisidor".
Después de dicho todo esto, me gustaría
mandar el mensaje, a todos los católicos que
me estén leyendo, de que corremos le peligro
de convertir a la iglesia católica en una
corriente religiosa elitista y radicalizada
en su mensaje, alejándonos así del auténtico
mensaje de Jesús.
Pidamos, pues, al espíritu santo, a los
cardenales, o a quién sea el responsable
de esta importante elección, que provoquen
un cambio de 180 grados en la tendencia
de la iglesia, ya que incluso a los que no
sean católicos les interesa una iglesia aglutinadora
que sea un refugio para los difíciles tiempos
que nos va a tocar vivir.
Mantengamos, el mensaje en favor de
la vida, de los derechos humanos y de
la juventud, pero abramos las ventanas
a nuevas posibilidades como el sacerdocio
de las mujeres, el matrimonio de los sacerdotes,
el uso de los anticonceptivos, y
la actualización de la liturgia.