Parece que no nos damos cuenta del problema que tenemos
encima todos los ciudadanos del llamado mundo occidental.
En esta semana, aparte de los cotidianos atentados en Irak y
Afganistan, que se llevan más de cien vidas diarias, la nueva
rama de Al Queda instalada en el norte de Africa, ha golpeado
en Marruecos y Argelia comenzando así la "Irakeización"
del magreb.
En nuestro sobrealimentado mundo rico miramos aterrorizados
acercarse amenazante la araña del miedo y nos limitamos a
temblar como niñitas en lugar de apretar los dientes y preparar
la defensa, descontando que tendremos muchas bajas y que a algunos
nos tocarán a personas de nuestro entorno. Pero cuándo no
hemos tenido que luchar en el viejo continente con otras amenazas
como el imperialismo napoleónico, el nazismo, el fascismo, comunismo,
que se han llevado tantos millones de vidas inocentes.
La victoria estará de nuestro lado siempre que no caigamos en la
trampa de intentar explicar los motivos que mueven a una persona
a suicidarse llevándose, en el ya suficientemente infame acto, a varias
vidas indefensas que simplemente pasaban por ahí.
Expulsemos de nuestros paises a todos aquellos sospechosos
de pertenecer a estas agrupaciones de terroristas islámicas.
Infiltremos a cientos de policías en sus mezquitas. Sabemos hacerlo.
Cerremos las mezquitas sospechosas de alentar estas actitudes homicidas.
Apoyemos con nuestros ejércitos la lucha en sus paises de origen y
dónde tienen sus bases de adiestramiento. Pero hagámoslo con inteligencia,
es decir, no como hasta ahora.
No tengamos complejos ante estos tipejos. No son víctimas de la
marginación que genera, como un residuo, nuestro desarrollo.
Tan sólo son unos asesinos con los que hay que acabar.
Somos mejores y somos más.
encima todos los ciudadanos del llamado mundo occidental.
En esta semana, aparte de los cotidianos atentados en Irak y
Afganistan, que se llevan más de cien vidas diarias, la nueva
rama de Al Queda instalada en el norte de Africa, ha golpeado
en Marruecos y Argelia comenzando así la "Irakeización"
del magreb.
En nuestro sobrealimentado mundo rico miramos aterrorizados
acercarse amenazante la araña del miedo y nos limitamos a
temblar como niñitas en lugar de apretar los dientes y preparar
la defensa, descontando que tendremos muchas bajas y que a algunos
nos tocarán a personas de nuestro entorno. Pero cuándo no
hemos tenido que luchar en el viejo continente con otras amenazas
como el imperialismo napoleónico, el nazismo, el fascismo, comunismo,
que se han llevado tantos millones de vidas inocentes.
La victoria estará de nuestro lado siempre que no caigamos en la
trampa de intentar explicar los motivos que mueven a una persona
a suicidarse llevándose, en el ya suficientemente infame acto, a varias
vidas indefensas que simplemente pasaban por ahí.
Expulsemos de nuestros paises a todos aquellos sospechosos
de pertenecer a estas agrupaciones de terroristas islámicas.
Infiltremos a cientos de policías en sus mezquitas. Sabemos hacerlo.
Cerremos las mezquitas sospechosas de alentar estas actitudes homicidas.
Apoyemos con nuestros ejércitos la lucha en sus paises de origen y
dónde tienen sus bases de adiestramiento. Pero hagámoslo con inteligencia,
es decir, no como hasta ahora.
No tengamos complejos ante estos tipejos. No son víctimas de la
marginación que genera, como un residuo, nuestro desarrollo.
Tan sólo son unos asesinos con los que hay que acabar.
Somos mejores y somos más.
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