es escritor y suplica a Dios que le de algo más de tiempo para poder terminar su obra Los
enemigos:
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Hacia el alba, soñó que se había ocultado en una de las naves de la biblioteca del Clementinum. Un bilbiotecario de gafas negras le preguntó: "¿Qué busca?". Hladík le replicó:"Busco a Dios". El bibliotecario le dijo:" Dios está en una de las letras de una de las páginas de uno de los cuatrocientos mil tomos del Clementium. Mis padres y los padres de mis padres han buscado esa letra; yo me he quedado ciego buscándola".
Se quitó las gafas y Hladík vio los ojos, que estaban muertos. Un lector entró a devolver
un atlas. "Éste atlas es inútil", dijo, y se lo dio a Hladík. éste lo abrió al azar. Vio un
mapa de la India, vertiginoso.Bruscamente seguro, tocó una de las mínimas letras. Una
voz ubicua le dijo:"El tiempo de tu labor ha sido otorgado". Aquí Hladík se despertó.
Recordó que los sueños de los hombres pertenecen a Dios y que Maimónides ha
escrito que son divinas las palabras de un sueño, cuando son distintas y claras y no se
puede ver quién las dijo. Se vistió; dos soldados entraron en la celda y le ordenaron que
les siguiera.
...Fragmento del cuento El milagro secreto, del libro Ficciones, de J.L.Borges
Borges, el palabrista. Que facilidad para hacer de la ficción, realidad.
ResponderEliminarSiempre me emociono cuando pones a Borges.
ResponderEliminarMe gusta mucho sus ficciones. Un gusto por leerte nuevamente. Diana
ResponderEliminarPues yo no he leido nada de Borges, quizá vaya siendo hora...
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